MONTEFURADO, ald.

En el siglo XII fue de Don Rui Vázquez de Quiroga[1] (descendiente de los Quiroga en el valle del mismo nombre y que veremos en el apartado de Quiroga): “Rui Vazquez de Quiroga (Maestre de la Orden de Alcantara en 1212) , que fue Señor de muchos Lugares, i esta enterrado en sepulcro levantado en la iglesia de San Miguel de Montefurado, que fue Convento, i ahora Parroquia, i fue suia esta villa: caso, i no se nos dize con quien, i dexo dos ijas, que murieron sin sucesion,…”

(AGS_CE_RG_L216_370-):  Yterrogatorio de la Feligresia de San Miguel de Montefurado: coto de Angueiros, coto de Vacarizas docavo y coto del Hivedo.

En el lugar de Monte Furado jurisdicion del mismo nombre, a ocho dias del mes de Maio de mil setezientos cinquenta y tres años…

1ª A la primera pregunta de dicho Ynterrogatorio dixeron que actualmente se estan (practicion lo se) San Miguel de Monte Furado la que se compone de ese el lugar de Centeais, Ferreira, Alvaredos, San Martin de Villanuid, Vaquarizas del (cavo) y Cima de Vila = coto de Angueiro que se compone estos lugares= Angueiros = Sexmil= Encineira= Yameiral= coto de Vaqueriza do cavo, que se compone solamente deeste= y coto de Hivedo que es solo este lugar y responden

2ª A la segunda pregunta de dicho Ynterrogatorio dixeron que dicha jurisdiciones son de señorio y como tal pertenecen la de San Miguel de Montefurado a Don Joseph Nicolas Quiroga aquien los vezinos de dichos lugares le pagan el derecho llamado luctuosa y por ella doscientos y ochenta reales= el Coto de Angueiros pertenezen a Don Pedro Carlos Quiroga vezino del lugar de Herves por lo que le pagan los vecinos deel tambien el derecho de Luctuosa y por ella cien reales= el de Vaquerizas pertenece a Doña Josepha Oxea Feixoo vecina de la ciudad de Orense a quien tambien pagan diez y seis reales de Luctuosa= y el coto de Hivedo pertenece a Don Joseph Anxel de Losada el qual percive por razon de señorio de la (Taberna) la que al presente anda arrendada en trescientos reales. Y asimismo los vezinos de dicho Coto le pagan diez reales de Luctuosa que es asi en este coto como en los demas lugares que anteceden se paga en esta forma cada caveza de (cousa) que muere da diez y ocho reales y sies pobre nueve: no obstante esta costumbre estan convenidas dichas jurisdiciones en pagar asus dueños en cada un año las cantidades que a cada uno van expresadas y responden.

21ª A la vigesima prima dixeron que la jurisdicion de Montefurado se conpone dee los vezinos siguientes= san Miguel diez y nueve en Centeais quinze= en Ferreira veinte en Albaredos diez y ocho= y en Villanuid veinty siete= el coto de Angueiros tiene en este lugar asi llamado veinte y cinco= encineira veinte y dos= y en Sexmil y enzineira doze0 el coto de Vaquerizas de cavo se compone de ocho vezinos y el de Hivedo cinco=sobre que amaior abundamiento se remiten alas relaciones y testimonios de su vezindario y responden.

En el expediente[2] de comprobación de bienes, rentas y cargas de la feligresía de San Miguel de Montefurado, efectuado por decreto de diciembre de 1760 para el establecimiento de la Única Contribución, dice:

1ª A la primera digeron que dicha Xurisdizion se nomina de San Miguel de Montefurado y se compone del lugar del mismo nombre, y de los de Centeais, Ferreira, Albaredos, Villanuid, San Martin, Bacarizas, y Cima de Vila y responden.

(el Madoz dice: San Miguel de Montefurado feligresía en la provincia de Lugo, diócesis de Astorga, partido judicial y ayuntamiento de Quiroga. Comprende los lugares de Alvaredos, Anguieiros, Balsada, Centeais, Chosas (las), Ferreira, Hermidon, Ibeo, Monte-Furado ó San Miguel, San Martin de Alvaredos y Villanuid)

2ª A la segunda digeron que dichas Xurisdizion es de señorio de don Joseph Nicolas de Quiroga y Naba dueño y vezino de su Casa y Coto del lugar de Villoria en la Xurisdizion de Valdeorras, quien por razon de Señorio y Luctuosa solo percive de la xurisdizion ciento y ochenta reales al año y responden.

Este lugar es de señorío[3] y pertenecía a don Diego de Quiroga Ribadeneira, vecino de Viloria, caballero de la Orden de Santiago cuya ceremonia se hizo en Viloria el 19 de setiembre de 1694. En este lugar de Montefurado, tenía un pequeño pazo que arrendaba a los curas de la parroquia. En el año 1480 era señor[4] de Montefurado García Rodríguez de Quiroga y a la vez capitán de las gentes de guerra del conde de Lemos:

El año de cuatrocientos y ochenta, poco más o menos, el conde don Pedro Álvarez Osorio, conde de Lemos, primo segundo del propio García Rodríguez de Quiroga, tuvo diferencia con los de Rivadeneira, que eran los señores de la casa de Ancian, sobre los cotos de Villapetre y otros alrrededores, i vino el negocio a quererse tratar por armas y el conde iço general de su gente a García Rodríguez de Quiroga, su primo, el qual entonces era alcaide de la fortaleza de Sarria, y los Rivadeneiras se favorecieron del conde de Trastámara, que era enemigo del de Lemos, el qual les invió toda la gente que pudo y con ella por capitán al mariscal Pero Pardo, que era mui principal cavallero y señor de la fortalega da Fuseira. Y éste, no estando la gente de Lemos toda junta, fue con toda la suia sobre Sarria, donde estava el García Rodríguez con alguna que tenía aiuntada, y con quan poca tenía, como era mui esforcado, salió de la fortaleza i de la villa i le salió al encuentro a la puente do Macadoiro, que está dos o tres tiros de ballesta de la villa, y allí se dio la vatalla entre todos. I el García Rodríguez i su gente desvarataron los otros i el Mariscal y un cavallero que se llamava Fernando Díaz de Rivadeneira, señor de la fortaleza de Torés, y otros cinco ó seis cavalleros ivan juntos de recaga y llevavan su gente delantre, que iva viendo, y el García Rodríguez echó tras de ellos i los fue siguiendo, sin embargo de que algunos dellos le dixeron i amonestaron que volviese, que no quisiese más que aver vencido la vatalla, i le pusieron delante, al menos uno de ellos, la amistad que avían tenido y las veces que en su casa avían comido. Y como la muerte le devía de llamar, él no quiso sino seguirlos, por lo qual todos aquelos cavalleros que ivan de regaga, …, murio a manos del propio Pardo de Cela.

Esta enterrado en la iglesia de San Salvador del Hospital de Quiroga.

De Montefurado habla el licenciado Molina[5] le dedica un capítulo al que el llama edificio tan de admirar:

Otro edificio, no mucho notado

Casi imposible, dudoso, y sutil

Se halla en un rio, que llaman el Sil,

Allí donde dizen el monte Furado,

Que siendo un gran cerro, no poco alongado

Lo passa este rio, por baxo sin arte,

Atravessandolo alla de otra parte,

Hecho su arco de peña atajada.

Este monte que llamamos aqui el monte Furado tiene un caso, y edificio tan de admirar que en gran parte del mundo, no se hallaría otra cosa igual. Es una sierra bien alta al pie de la qual passa cercándola toda un muy caudaloso riod e quien adelante trataremos , que llaman el Sil, pareciendoles a los antiguos , que aquel rio dava una muy gran buelta por aquella sierra, rompen al pie della , y hacen un portillo, él semuestra claro ser hecho a manos, por ser en una peña viva, en que está obrado un arco tajado por la misma peña, por lo qual todo el Sil entra de lleno en Ileno, y asi sale por la otra parte de la sierra, atravessandola toda, y la razón por donde se alcanza a saber el curso antiguo deste rio es porque quando va crecido, y sobervio, no cabe todo por aquella entrada, y lo que sobra, y queda dél, se torna a la madre vieja que de antes solia. Obra es mucho de notar, mayormente que todo el arco que va por debaxo de la sierra va de peña atajada, como se muestra a la entrada, y a la salida, por do pasan muchos barcos de un cabo a otro, por la mucha, y grande cantidad de pesca que ay en este rio.

Los Anales[6] del reino de Galicia le dedica otro capítulo a la obra del túnel de Montefurado, para ello se apoya en lo ya referido por Molina. Marcelo[7] Macías también hace lo propio, y muchos otros.

El conde de Toreno narra un hecho que acontece- en Montefurado- en junio de 1809 en época de la francesada:

Romana en tanto se habia acogido á Orense al adelantarse el mariscal Soult: mas en vez de seguir la huella del primero detúvose este en Monforte algunos días. Lo alterado del (al margen: Soult trata de pasar a Castilla) país, noticias de la guerra de Austria, y mas que todo los zelos y rivalidad que mediaban entre él y el mariscal Ney le alejaron de continuar el perseguimiento de Romana, y le decidieron á volver á Castilla. Para ello no pudiendo atravesar el Sil por alli, falto de vados y de puentes, tuvo que subir rio (al marge: paisanos del Sil) arriba hasta monte Furado, asi dicho por perforarle en una de sus faldas la corriente del mismo Sil, obra según parece del tiempo de los romanos. Los naturales de los contornos colocados en la orilla opuesta le causaron grave mal,- acaudillados por el abad de Casoyo y su hermano Don Juan Quiroga. Para vengarse del daño ahora y antes recibido, desde monte Furado mandó el mariscal Soult al general Loison descender por la orilla izquierda (al margen: Quemada de varios pueblos) del Sil y castigar á los habitantes. Cumplió este tan largamente con el encargo, que asoló la tierra y varios pueblos fueron quemados, Castro de Caldelas, San Clodio y otros menos conocidos. También padecieron mucho los otros valles (al margen: Romana en Celanova) que recorrieron ó atravesaron los enemigos. Romana retiróse á Celanova, y en seguida á Baltar frontera de Portugal, en donde le dejó tranquilo el mariscal Soult, pues (al margen: Soult en la Puebla de Sanabria) dirigiéndose por el camino de las Portillas llegó el 23 á la Puebla de Sanabria, de cuyo punto se retiraron á Ciudad Rodrigo.

Después del paso de Soult por Valdeorras se proyecta y construye un fuerte encima del túnel de Montefurado y que posteriores viajeros ilustrados no dan noticia del. El coronel José Gómez de Arteche[8] es uno de ellos:

Monte-Furado es el estremo meridional de un estribo que se desprende de la sierra de los caballos en Montouto y terminaba en la orilla derecha del Sil que tenia que ir describiendo un pequeño arco alrededor de el. Los romanos, conociendo la riqueza en oro que encerraba el Sil, desviaron las aguas de su cauce natural, dirigiéndole por un túnel o canal subterráneo de 376 metros de longitud, 15 en su menos latitud y 10 de altura, pudiéndo asi beneficiar las arenas del antiguo caúce como habían beneficiado las de los vecinos montes en los que existen las señales de grandes trabajos de minas.

Estas circunstancias facilitó el paso del sil, y hoy surcan Monte-Furado tres distintos caminos, uno de los que, sirvión a Soult en 1809 para atravesar aquel rio aunque con bastante perdida, de la que se vengó cruelmente al abandonar para siempre la tierra de Galicia dejando en ella abandonado a sus propias fuerzas a su compañero Ney, que confiaba en su cooperación al atacar infructuosamente el puente de San Payo.

Hay que llegar al año 1883 cuando Becerro[9] de Bengoa hace una pequeña mención al fuerte:

Como esta perforación convirtió el monte en un verdadero puente, los antiguos caminos de estas montañas se vinieron á cruzar el Sil por este punto; así es que en la actualidad, y desde entonces, están abiertos por la cima, el camino de la Puebla de Tribes, el de Montefurado á Villanúiz y otro que les une, al pié de las ruinas del castillo que se construyó en esta famosa eminencia sobre el subterráneo cauce del Sil. Detrás de la vertiente N. de la montaña hay vestigios de un canal de antiguos lavaderos de oro, y á la salida del túnel, en las orillas, es donde las aureanas se dedican aun á lavar y rebuscar las arenas. Frente al túnel romano, paralelo á él y en el mismo monte, en el kilm. 320, la vía atraviesa otro túnel de 397, de modo, que bien puede decirse hoy, que el Montefarado es: «dos veces furado.»

En el Depósito de la Guerra consta la “Memoria militar sobre la obra construida en Montefurado 1811” que a la vez tiene dos planos del fuerte y uno que aglutina a los dos anteriores y a la memoria; lo mostramos como curiosidad:

Fuerte construido sobre el Monte Furado OR-1_9.jpg

Existe un grabado de este castillo en el libro Cronica General de España, la provincia de Lugo por José Villa-Amil y Castro, el grabado lo firma Urrabieta Vierge y suponemos que está hecho para la edición de 1866, pág. 32: Grabado_Montefurado.jpg

  1. GÁNDARA, de la Felipe (1662): Armas, i Triunfos, Hechos heroicos de los hijos de Galicia. Elogios de su Nobleza, i de la maior de España, i Europa. Resumen de los servicios que este Reino á echo á la Magestad del Rei Felipe IV, nuestro Señor. Con quatro Indices delas materias que aquí se tratan. Escribelos, el Padre Maestro Frai Felipe de la Gandara, de la Orden de san Agustin, Coronista General del mismo Reino. Madrid, año M.DC.LXII. Pág 283.
  2. Archivo General de Simancas, DGR, 1RE, 1111,6
  3. GALLEGO DOMÍNGUEZ, Olga: Mercedes de los condes de Rivadabia a dos hidalgos de la jurisdiccion de Valdeorrasa. BAvr. XXXI 131-141
  4. PARDO GUEVARA Y VALDÉS (2012): de linajes, parentelas y grupo de poder. Aportaciones a la historia social de la nobleza bajomedieval gallega. Eduardo pardo de Guevara y valdés. Fundacion cultural de la nobleza española, 2012. Pág. 347.
  5. Licenciado Molina (1675): Descripcion del Reyno de Galicia y de las cosas notables del. Dedicado a Benito Suarez Parada, Alarife de la muy noble Villa de Madrid. Compuesta por el Licenciado Molina. Madrid 1675.
  6. De la HUERTA y VEGA, Francisco Xavier Manuel (1733): Anales de el Reyno de Galicia. Tomo Primero, pág. 140. Su auctor el Doctor D.Francisco Xavier Manuel de la Huerta y Vega, Juez Eclesiástico de la Ciudad, y arzobispo de Santiago, su Visitador General, y juez Subcollector por la reverenda cámara apostólica. Santiago, 1733
  7. MACÍAS, Marcelo (1930): Boletín de la comisión Provincial de Monumentos históricos y artísticos de Orense Descripción geográfico-histórica de los cuatro arciprestazgos del Obispado de Astonga, pertenecientes a la provincia de Orense. Tomo IX, Setiembre – Octubre de 1930, núm 194. Nota 4:El túnel de Montefurado fué abierto por los romanos, en tiempo del emperador Trajano, para cambiar el curso del Sil. El objeto que se propusieron fué dejar seco el cauce del río en la curva o recodo que formaba al rodear el monte, cerca de la desembocadura del Bibey, a fin de recoger las pepitas de oro arrastradas durante siglos por la corriente, y hecho esto, dejar correr de nuevo el rio por su antiguo cauce, para volver a hacerlo pasar por el túnel, cuando hubiese dejado en aquél considerable cantidad de nuevas partículas del codiciado metal.

    Barros Silvelo menciona en sus Antigüedades de Galicia los montes furados del Eo y del Sil, y dice: «Este último, que estudiamos detenidamente, es un monumento de arte; se conoce haberse atacado por las dos bocas a la vez, y en proyecto combinado la perforación fué estrechándose algo más hacia el centro, midiendo 115 metros de longitud en roca viva y de 13 a 15 desde el nivel de las aguas naturales a la cúspide de la bóveda, dando desahogado paso a las aguas del caudaloso Sil.»

    La anchura del túnel guarda relación con la altura, por manera que pueden entrar en él y atravesarle las barcas de los pescadores. La via férrea pasa muy cerca, y desde ella puede verse la boca de entrada.

    Unos tres kilómetros aguas arriba de este famoso túnel, casi frente a Santa Marta, se ve el principio de otro, cuya obra quizá abandonaron, para abrir éste.

  8. GÓMEZ DE ARTECHE, José (1859): Geografía Histórico Militar de España y Portugal. Escrita por el coronel DON JOSE GOMEZ DE ARTECHE, oficial que ha sido del Ministerio de la Guerra, y de los Cuerpos de Artillería y de E. M. del Ejercito. Tomo II. Madrid, 1859.
  9. BECERRO DE GENGOA, Ricardo (1883): Viajes descriptivos, caminos de hierro de León, Asturias y Galicia. De Palencia a la Coruña. Por RICARDO BECERRO DE BENGOA , catedrático: de Física y Química, Académico correspondiente de la Historia, etc. Palencia 1883.