A Rúa, v.
San Esteban de la Rúa que se compone de los concejos de San Julián del Monte, Roblido, Somozas, Vilela, Fontey y el propio San Esteban – la mejor en rentas para el mantenimiento del curato de todo el valle – es de señorío perteneciente al Conde[1] de Rivadavia, a quien como tal los vezinos del estado general le pagan el directo llamado Talla serventia, y por el esta feligresia de San Estevan le contribuie en cada un año con sesenta y cinco rreales, y ocho maravedis.hay treinta casas habitables como vezinos tambien siendo libres de señorio.
Sigue diciendo a la pregunta 23: el comun de esta feligresia de San Estevan tiene por propio una Alondiga con quinientas ochenta y siete tegas de zenteno, las que se reparten entre los vezinos de dicha feligresia por el mes de Mayo, y estos debuelven a ella la porcion de granos que an sacado; en el mes de Agosto, con el aumento de quarteron y medio de grano en cada tega,y ademas de la cantidad expresada tiene catorze jornales de viña; un tega de Zentenal con yntermision de un año y otra tega de soto el que perzive el aumento que ai de quarteron y medio en cada tega de las expresadas en dicho Posito por el trabajo de repartir y rreintegrarse de dichos granos y el producto de las posesiones antezedentes sirven para aumento de dicha alondiga.
Aunque en la Única Contribución no hay declarado hospital, López Caneda[2] recoge los hospitales y enterramientos y bautizos que indican pasos de peregrinos:
Hospital fundado en San Esteban de La Rúa a mediados del siglo XVI, por el entonces abad, Licenciado Don Bartolomé de Santalla. Leo textualmente el asiento que consta en el Libro Primero de Fábrica, asentado en 1565, cuando el Visitador general, Dr. Rodríguez, hacía la Visita Pastoral en nombre del Obispo de Astorga, Don Diego Sarmiento de Sotomayor. Dice así:
[3]Hospital.
- Yten, Por quanto en este dicho lugar Ay un hospital que hizo Bartolomé de Santalla, el qual dexó sin dotacion, y por no tener de que se reparar se cae y no Ay con que sustentar los pobres ni dalles Camas.
- Por tanto dixo que daba y dio licencia a los vecinos desta feligresía para que se pueda pedir limosna para el dicho hospital y Reparos del, y mandó que los dichos feligreses nombren un Mayordomo que cobre la lymosna que se sacare para el dicho hospital. Y el mayordomo tenga una hospitalera o hospitalero que Pyda la dicha Lymosna y resida en el dicho hospital y dé lo necesario a los biejos.
- Y aquel espitalero o hospitalera que fuere, de la dicha limosna dé quenta al dicho mayordomo, por juramento, de la lymosna que sacare. Y el mayordomo le dé della lo que viere que es necesario para suententazion, y lo demás se gaste en reparos del dicho Hospital.
- Y mandó que los pobres que no estubiesen enfermos no los consientan en el dicho hospital sino una noche. Y el Mayordoma vesite el espital para que no se haga en el ningún ofensa a Dios.
El fundador Bartolomé de Santalla fue también fundador de la Capellanía de Nuestra Señora de los Angeles, en la misma feligresía de La Rúa, cargada con una misa semanal s.
PASO DOCUMENTADO DE PEREGRINOS POR VALDEORRAS
En el marco cronológico en que se mueve mi investigación, los siglos XVIII y XIX, momento en que la peregrinación está en claro retroceso, he encontrado dos casos de Peregrinos a Santiago enterrados en Valdeorras. Leo literalmente los dos asientos documentales:
[4]En treinta de Octubre de mil setezientos y doze se enterró el cadaver de una pegrina que yba para el Patrón de Santiago de Galicia. Dijo que sellamaba Isavel; el sobrenombre no se lo pude entender. Era natural del Reino de Navarra. Está sepultada en la Parroquial de san Jorge de Villamartín, abajo de las Puertas del Sol. No deve fosario por ser pobre. Y para que conste lo firmo:
La segunda partida no habla de un enterramiento sino de un bautizo, concretamente de:
[5]«( … )’una parbula, hija de una viuda que dio a luz en este pueblo el diez y nuebe de mayo de mil ochocientos y seis, veniendo de Santiago en peregrinación. Era vecina de Santa Marina del Rey, en la Rivera del Orbigo.
Esta niña fue bautizada el 21 de mayo en la iglesia de San Juan de Entoma, que era dependiente de la Encomienda de Quiroga y no de la Mitra Astorgana.
El periódico EL CONCISO publicado en Cádiz (desde 1810 hasta 1814, después en Madrid) el martes 4 de febrero de 1812 trasmite la noticia que le llega desde Valdeorras:
Don Jose de Barros y Neyra, abad de Santiago de Petin en el valle de Valdeorras, con fecha de 20 de diciembre ultimo, dice lo que sigue.
Acaba de darse sepultura en la parroquia inmediata de la Rua a la capitana de artillería aragonesa, de quien tanto se ha escrito y hablado por los prodigios de valor hechos en Zaragoza: después de haber estado en Cadiz, Portugal y otros parages, vino a este Reyno con designio de curarse unas calenturas intermitentes que padecía: estuvo en el santuario de las Ermitas, en donde se preparo con los santos sacramentos para morir bien; y dirigiéndose a Villafranca, pon no haber aquí falcutativos, espiro al tercer dia de llegada a la Rua de Valdeorras: dexo las charreteras á un sobrino suyo, en virtud de las facultades que tenia del supremo gobierno; y por cumplidor al abad de la Rua, que es su medio paisano, tenia 24 años de edad, y una viveza extremada: estaba enteramente falta de dinero, pero se le hizo un magnifico funeral en quanto ha sido posible.
El abad de Petín no le da nombre, pero es identificada[6] por Gallego Armesto en sus itinerarios descriptivos sobre los ferrocarriles gallegos. Es Manuela de Luna y Sancho, artillera de Zaragoza de edad 24 años, viuda del sargento Felipe Luca.
Becerro de Bengoa[7] nos narra lo concurrido de esta villa, «las excelentes edificaciones y la estación da servicio a los pueblos de Villamartín, La Rúa y Petín, y este es el tercero y último valle de Valdeorras. Desde la vía se percibe la larga fila de sus casas, la alta torre con chapitel de pizarra de su bien restaurada iglesia de San Esteban, y los pintorescos y feraces campos que la rodean. En sus cercanías están: Fontey con su casa-palacio de arqueados soportales y balcones; los altos de las Fuentes y la Carballeira; al otro lado del rio entre las colinas San Payo; las casas blancas de Maucebo; Mones, con sus antiguas minas de cobre; el alto de Fontelas; Santa María entre el viñedo de las laderas; el arroyo de Rosiños; el gran barranco del Barroso; Fontelas; el Pico; la Granja de Florez; Castrifoya y al poniente Petin, sobre el rio, Valdemoreiras, las Pedreiras ó Meixoallo y detrás el emplazamiento de la ciudad romana de Gigurria. Estamos, en efecto, en el antiguo país habitado según Plinio, por los Gigurros, uno de los veintidós’ pueblos dependientes de la jurisdicción de Astorga, cuya notable prueba testimonial se conserva en la Rúa, en la lápida é inscripción colocada en el atrio de la iglesia de San Esteban, que se llevó de dicho punto de Gigurria».
Marcelo Macías dice que esta inscripción[8] apareció en Petín cerca del puente de Cigarrosa, y de allí fue llevada a la iglesia de San Esteban de La Rúa el año 1680. En que esta se hizo de nuevo, “según Informe, añade el P. Flórez, del Cura D. Joseph Antonio de Noreña al Maestro Alonso, Cisterciense, dado en 1760.” A principios de la pasada centuria, aun se veía en la pared de la parroquia: pero después fue colocada en la de una contigua a aquella, donde se conserva. Lápida cuarzosa de 85 cm. de alto por 45 de ancho. Como se ve en el fotograbado, la inscripción es de hermosa letra, y los puntos de separación de las palabras están reemplazados, no por corazones, como dice el P. Flórez, sino por hojas de hiedra, que se emplearon con frecuencia desde los tiempos de Augusto.
Lucio Flavio Flacino, heredero testamentario, dedico este monumento a Lucio Pompeyo Reburro Fabro, hijo de Lucio, de la tribu Pomptina, natural da Calubriga en los Cigurros, aprobado en la cohorte VII pretoriana, beneficiario del Tribuno, teserario de centuria, vicecenturión, portainsignia de centuria, procurador del fisco, corniculario del Tribuno, evocado del Emperador.
Sigue Becerro de Bengoa narrando lo que aprecia en su viaje por ferrocarril: “No se ven aún en esta comarca de Orense los gallegos característicos de la montera y el calzón. Los de Valdeorras visten á la castellana, de hongo, chaqueta y pantalón y las mujeres con lijeros trajes de percal y floreados pañuelos. La alta berza, la col gallega se alza en todas las huertas, como material casi único de alimentación en las clases pobres; base, con el poco de unto, de los cuatro caldos diarios, que el jornalero toma, acompañados del hueco y sabroso pan de centeno. Las enfermedades que mas se observan en estas zonas húmedas y relativamente templadas, son los reumas, las intermitentes, los infartos, las apoplegías y «el quebranto» dolencia del corazón, que concluye con muchas buenas naturalezas y que debe reconocer por causa el continuado uso de determinadas funciones”.
(1866) regulares condiciones para alojamiento. Es cabeza del ayuntamiento de su nombre, que reúne 490 vecinos
- Catastro de Ensenada: AGS_CE_RGL216_611: Ynterrogatorio de las feligresías de San Estevan de la Rúa y Sata María del Monte, 1752. Imagen 613. ↑
- LÓPEZ CANEDA, Ramón (1993): El camino de Santiago en valdeorras. Miembro de mérito del Instituto de Estudios Valdeorreses. Orense 1993 ↑
- Archivo Parroquial de La Rúa, Libro 1 ° de Fábrica, 1560, f. 16v. ↑
- Archivo Parroquial de Villamartín, Libro 2° de Bautizados, Difuntos y Matrimonios. 1676, f.118v ↑
- Archivo Diocesano de Astorga, 26/28 Bl, f. 17v. ↑
- GALLEGO ARMESTO, Heliodoro (1926): Los ferrocarriles de Galicia. Novísima guía en forma de itinerarios descriptivos. Santiago de Compostela, 1926, pág. 101
Su iglesia de San Esteban guarda en el atrio los restos de la heroina de Zaragoza, como atestigua uno de sus libros de difuntos, el que dio principio el día 27 de agosto de 1780, que en su folio 154 vuelto, tiene una partida de enterramiento que copiada a la letra dice así:
‘Zaragoza.‑ Dª Mª Manuela Sancho.‑ En diez y siete días del mes de (…) diciembre del año de mil ochocientos y once en la Igla. Parroql. de Sn. Esteban de la Rúa en Valdeorras se dio sepultura Eclca. al cadáber de D.ª M.ª Manuela de Luna y Sancho, artillera de la memorable plaza de Zaragoza con el grado y paga de Capitán de Artillería, de edad de veinte y quatro años, viuda que había quedado de Felipe Luca, Sargento primero de Artillería; ella natural de la misma ciudad de Zaragoza, y él de Alcañiz, y ella de la parroquia de la Magdalena. Recibió los Santos Sacramentos he hizo testamento por ante don Antonio Arias, escribano real residente en este pueblo: dejó sus grados a su sobrino Luis. No dejó hijo ninguno, pues uno que tenía de tres años desapareció en las turbulencias de Zaragoza y se supone que perecería. Se convocaron a su entierro todos los clérigos de la feligresía y aunque se hallaba en la última pobreza por no haber recibido pagas en mucho tiempo, se le hizo un funeral correspondiente a su heroísmo. Y en fe de ello lo firmo dicho día, mes y año ut supra.‑ Dr. D. Ambrosio Ruiz y Tello’. ↑
- BECERRO DE BENGOA, Ricardo (1883): Viajes descriptivos. Caminos de hierro de León, Asturias y Galicia. De Palencia a la Coruña. Por Ricardo de Bengoa, catedrático: de Física y Química, Académico correspondiente de la Historia, etc. Palencia 1883. ↑
- MACIAS, Marcelo: Inscripción romana de la Rua de Valdeorras. Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos históricos y artísticos de Orense. Tomo VII, mayo-junio 1929 ↑